martes, 2 de septiembre de 2014

El Barcelona de Luis Enrique


Han pasado dos fechas de la Liga Española y ya se pueden ver ciertos automatismos en el Barcelona de Luis Enrique.

Pero antes de pasar a los movimientos que tiene este Barcelona, es importante señalar que, al menos en esta primera etapa, los jugadores lucen mucho más concentrados y aguerridos....digamos que con una mayor voluntad para trabajar en equipo. No es ese equipo apático y sin mucha implicación en el juego. Piqué, Jordi Alba, Dani Alves, Iniesta, Messi, etc.; son otros. Se les ve con muchas ganas de agradar al técnico, con ganas de recuperar esa competitividad que parecía habían perdido luego de la época exitosa con Guardiola. Muchos dicen que Pep vio esto (aparte de que también perdió las ganas de seguir en ese proyecto) e influyó en su decisión de salir de Cataluña. Considero también que hubo otros factores que influenciaron en muchos de los jugadores y que mermaron su rendimiento: la enfermedad de Tito Vilanova, los problemas de Messy y Neymar con la justicia, el "baby boom" en la plantilla (entre 2011 y 2013 hubo más de siete nacimientos, y alguno de ellos fueron padres por primera vez), el cambio en la presidencia y la posterior salida de Rosell en medio del escándalo por el contrato de Neymar, la avanzada edad de Xavi y, la salida de dos de los capitanes más importantes (Puyol y Valdés).
Aunque sea aún muy temprano, parece que esta época oscura ya pasó. Y es mérito exclusivo de Luis Enrique y la entrada de algunos jugadores que contagian a los demás a no quedarse dormidos.

¿Cómo juega el Barcelona de Luis Enrique?
De lo que se vio en los dos primeros partidos podemos decir que ofensivamente utiliza mucho los laterales. Son muy importantes ya que los interiores tratan de juntarse mucho con Messi (que sigue jugando de falso nueve) y los delanteros que se encuentran flanqueándolo se cierran y forman una especie de tres 9's. Este movimiento de los delanteros hace que el carril exterior quede muy libre para que Jordi Alba y Dani Alves pasen mucho al ataque y terminen, como en la era Guardiola, de extremos.
Cuando el equipo está en salida se ve algo que es sello Barcelona: los laterales toman posiciones adelantadas, los centrales se abren y el medio centro retrocede hasta formar una línea de tres. Con esto, hay mayores posibilidades de pase. Lo que se pudo ver es que a veces hay pases largos desde uno de los centrales hacia uno de los delanteros de los costados, aunque no es muy frecuente este desplazamiento del balón.

Como ya dijimos, los interiores se cierran para dar espacio a los laterales y ofrecerse como alternativa de pase. En este punto es importante señalar que muchas veces se acercan mucho a Busquets para crear superioridad numérica en el medio y tener una fluída movilidad del balón. Este movimiento de los interiores es alterno, ya que se vio muchas veces a Iniesta o Rakitic ir hacia adelante. Unas líneas aparte merece Rakitic, el mejor hasta ahora junto con Messi. Es un jugador que presiona bastante y ayuda mucho a la circulación del balón. Es muy claro en sus pases y tiene una variante que antes el equipo casi no utilizaba: disparos desde fuera del área. Es una muy grata revelación, ya que tiene que sustituir a una leyenda como lo es Xavi, y lo está haciendo de gran forma.



La labor de los delanteros es quizás la más interesante, ya que los tres permutan bastante. A Messi se le ha visto muy móvil, ya que a veces baja como mediapunta para tocar con los interiores y otras veces se tira hacia la derecha como lo hacía en sus inicios. Cuando él hace ese movimiento, el delantero de la derecha se corre al medio para ocupar ese puesto y muchas veces se vio que terminaba de delantero por el lado izquierdo. Esos movimientos se vieron muy bien ejecutados por Pedro, Munir, Rafinha y Sandro. No por algo se vio que de los cuatro primeros goles de la temporada, dos los hicieron Sandro y Munir y los otros dos Messi. Pero el mejor de los acompañantes de Messi fue Neymar. Sólo jugó unos minutos contra el Villarreal, pero fue suficiente para demostrar que este año le puede ir muy bien. Estos movimientos en diagonal hacia el medio le benefician a su juego porque no está atado a la banda y se le haría más fácil encontrarse con Messi y tocar. Cuando se encontraron juntos hilvanaron el gol en el Madrigal. 
Se puede intuir que estos movimientos Luis Enrique los trabaja para que Luis Suárez encaje a la perfección. Parece que está cantado que empezaría desde la derecha, pero estos movimientos ya descritos harían que muchas veces lo veamos por el medio y termine como centro delantero o por izquierda.

En la parte defensiva se pudo apreciar dos cosas. La primera es que volvió la presión total. Así es, esa presión que instauró Guardiola y que tantos éxitos le dio, regresó. Quizás esa sea la mejor noticia, porque como ya sabemos todos, cuando el equipo está en ataque, la defensa del Barcelona se sitúa a la altura de la medicancha, y es importantísimo que cuando el equipo pierda el balón todos colaboren en la presión al rival. Se vio que todos colaboraron, desde Messi hasta Busquets. Y si la pelota pasaba la línea de los delanteros y los medios, los centrales se mostraron muy atentos para anticipar y quitar lo más rápido posible. Volvió la ley de los 7 segundos, es decir, el Barcelona se demoraba máximo esa cantidad de tiempo en recuperar el balón. Que regrese esto era cuestión de actitud y trabajo. Creo que antes faltaba actitud.
Pero si el otro equipo empezaba a tener un poco el balón, lo que se vio es que el equipo no tenía problemas en retroceder las líneas. Los delanteros bajaban, excepto Messi. Al hacer esto, el equipo pasaba a un 4-5-1.

En resumen, este Barcelona deja muy buenas sensaciones de cara a esta temporada. Aún es muy prematuro decir que será un equipazo, pero al menos pareciera que va por buen camino y que el techo aún es alto. Dan muchas ganas ver jugar a Messi, Neymar y Suárez juntos.


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